Malos recuerdos

Olor a pescado podrido, aroma rancio, sabor caduco.
Ayer tuve la sensación de haber retrocedido en el tiempo tres o cuatro años, cuando nuestro ,otrora, imperial equipo se paseaba por el Bernabeu con la única intención de no llevarse un saco y rara vez lo conseguía.

Ayer , parecía que estaba viendo un partido histórico de esos que echan en nuestra televisión con la amargura que te deja en la esperanza ese sicario sin compasión del tiempo que es el presente.

Este, por lo menos de momento , es nuestro presente, nuestro triste presente.

Es muy cierto que el primer gol es triple fuera de juego. Es cierto que da asco ver lo pronto que aprende cualquiera en ese mafioso equipo a hablar con prepotencia al colegiado y como este se deja fácilmente intimidar. Es cierto que el mencionado colegiado ni por un momento dudó en pitar a favor de viento y que quiso no ver jugadas cruciales que dejaban a los ¿blancos? Por lo menos con un jugador menos. Es cierto que hubo mil y un detalles de estos estafadores de negro.

No diré que estas sean excusas, entre otras cosas porque son realidades, simplemente diré que yo, personalmente, ahora, hoy , no quiero comentarlas.

No porque a pesar de lo que duele ,y lo habitual lo acentúa, a pesar de que crea firmemente que hay que denunciar esta mafia aunque parezca una labor inocua, si miro en lo más profundo de lo que me produjo el partido de ayer, no encuentro al ladrón del colegiado.
Pero si está ahí el recuerdo triste de antaño, la indolencia, la mediocridad, lo vulgar, la inoperancia, la ineficacia y mucho más que no tengo ganas ni de nombrar.

Ayer no salimos con un buen saco porque Palop tuvo el día. Esa es la única verdad.
Pero lo peor de todo es que nos han puesto la cara roja dos equipos sin personalidad y mediocres en lo que la elaboración de fútbol se refiere.

Es cierto que estamos a cinco puntos de Champion y que siempre hay posibilidades, pero no nos debemos llevar a engaños; Este Sevilla, el de ayer, el de el sábado pasado, es incapaz de conseguir el objetivo, es imposible.

Como ya he mencionado anteriormente e, en esto del fútbol todo es posible, un día negro otro blanco.
Pero en esta vida, y en el fútbol, no existen los milagros. Las cosas se consiguen ,sobre todo, por ilusión que trae de la mano el trabajo constante e incansable, después entra en juego la suerte.

Hoy por hoy , lo normal, viendo la cosa como esta , es que el sábado que viene el Villareal nos haga un ocho.

Y me preocupa mucho porque aun queda bastante.


Esta liga ,siendo objetivos, esta temporada, lo mejor es que termine lo antes posible y con los menores daños que podamos.

No esta siendo normal, no señor , y se ve a leguas.

No voy a enjuiciar a nadie porque , como he dicho hasta la saciedad, es de recibo esperar a que se termine un trabajo para valorarlo, pero creo que no escapa a nadie que este equipo, por una u otra razón, necesita un lavadito de cara, con agua muy fría, una buena ducha y ropa nueva.

Cuando el timón se nos va hacia un lado que no queremos, hay que enderezarlo para no perder el rumbo, y estamos ante un momento como ese.

Mis únicas esperanzas a día de hoy las vierto sobre nuestra junta directiva, en la que tengo toda mi confianza y tengo la creencia firme que a ellos, por lo menos, no se les escapa y que sabrán, y llevarán ya un tiempo en ello, trabajar para solucionar todo este despropósito.

Porque , señores, lo único importante , lo único imprescindible que esta por encima de todo en el Sevilla, es el Sevilla.

Dicho esto tengo que decir, para que no se crea que obvio lo que va en contra de lo que defiendo, que no comprendo la situación de Daniel ayer, ni por qué Manolo optó por ello. Bien rectificado, pero no hace falta rectificar cuando no se falla.

Poco más que decir....¡Suerte a todos!