¿ Otra final?

No

Creo conveniente dejar de colgarle a cada partido esta etiqueta, de verdad, creo que es oportuno.

No le resta este hecho, en nada, importancia al encuentro de mañana. Vital importancia.

Nada tiene que ver con ello la intención de no meter más presión en la olla, no creo que quepa más, de eso ya se encargan otros.

Simplemente se refiere a la sana intención de ir normalizando la situación. Creo sinceramente que el primer paso hacia este estadio debemos darlo nosotros.

No digo que seamos los que debemos dar la vuelta a la situación, es evidente que no.
Solo digo, y creo muy necesario, que debemos aportar todo lo que podamos para que ello suceda.

¿Cómo?

Acudiendo masivamente mañana al Santuario del fútbol.

Acudiendo pero no de cualquier manera.

Asistir dejando en casa todas nuestras dudas, quien las tenga, olvidando en la mesilla el cabreo, el miedo o la confusión.

No llevándonos un prejuicio bajo el brazo y enjuiciar al finalizar el partido.

Dando todo lo que tenemos en los noventa minutos.

Demostrando toda nuestra confianza a esos que tanto nos han dado.

Olvidando las teorías catastrofistas, las noticias de relleno, la preocupación que, a casi todos, nos embarga.

Acudir a nuestra casa a animar al cien por cien, ha darlo todo por nuestro equipo, a luchar con todo lo que tengamos a mano.

Esperemos que el colegiado realice el pitido final y entonces enjuiciemos.
Será tiempo de análisis, de mucho análisis.

Pero, por favor, no antes. Antes no.

No tiremos piedras contra nuestro propio tejado.