III CONQUISTA DE EUROPA. II

Vuelve Europa a sentir al Sevilla viajando por sus entrañas, vuelve a estremecerse con tan solo pensar en el largo camino que le queda por recorrer entre sus más recónditos rincones. Vuelve Europa a sentirse joven, a sentirse niña, porque hoy, su Sevilla, aquel que un día se fue para hacerse más grande, regresa a por aquella que le hizo ser lo que es hoy, por aquella que le llora desde las frías tierras caucásicas y que se alimenta de la certeza de que esta vez, cuando vuelva a ser arropada por los brazos del objeto de su anhelo, será la definitiva.
Europa hoy es feliz, goza viendo con la pasión que este Sevilla lucha por conquistar a la pequeña de sus hijas y no le guarda recelo alguno por conocer que un día, no lejano, regresará por esas mismas tierras suyas en busca de su primogénita. El “amor” de este que se hace llamar Sevilla es tan grande que escapa de cualquier limite comprensivo , quiere a la chica y quiere a la grande , quiere a otras en su tierra y las quiere a ellas fuera. Todas son amadas y deseadas por igual, y a lo que otros pudiera parecerle promiscuidad, a Europa le parece amor de verdad, puro, real, hermoso e incondicional. No hay lógica que lo pueda explicar, pero si el diablo sabe más por viejo que por diablo, Europa sabe más.
Y por la pequeña va, camino de Austria , al encuentro de su destino sin hacer ni caso a todos esos que quieren hacer ruido.
Bufones de la impotente desvergüenza que cuentan con los dedos de la envidia comprando la ignorancia al vergonzoso precio que le impone su herido orgullo denostado, hasta traspasar la frontera de la dignidad, por la necia tozudez de aquel que no ve más allá de su sucio ombligo.
Ridículos pregoneros de verdades absolutas unicamente consensuadas por el hediondo delirio de unas atrofiadas mentes podridas por el odio.
Todos , todos y cada uno de estos personajillos, viajan contigo Sevilla. Pero no van a ningún lado, no van contigo .Son el precio que hay que pagar en esta ciudad por el éxito, si no eres de la otra cera claro está.
Nada son ellos para Europa y para ti, nada, cero, menos que cero en esta majestuosa epopeya que nuevamente se está escribiendo con ustedes dos de protagonistas.
Mañana, a las 20.30, en Austria, Mozart se levantará de su tumba para verte Sevilla, mañana, en Austria, te espera tu amada Sevilla...