¿Cuántas veces habremos escuchado esta frase?
Esta y muchas al estilo;
“Juego feo”, “mal juego” ,etc.
Tantas veces como partidos ha bordado nuestro equipo, como el de ayer en la Rosaleda, menos seguro, y eso que ha sido repetido hasta la saciedad.
Pocas veces es tan clara la superioridad aplastante hasta lo insultante en un terreno de juego. Dos veces llegó el quinto de la tabla al área de Palop, dos, y dos goles encajamos yéndonos al descanso 2-0. Cualquiera que estuviera visionando el encuentro no daba crédito a lo acontecido. Dominio aplastante y 2-0. Un fallo garrafal de Renato, en un absurdo balón atrás, provocando el error en cadena de mano de Mosquera que condujo al disparo de Salva, a la postre autor del segundo también. El segundo precedido de una falta de libro que se traga en impresentable de Texeira al igual que se inventó un fuera de juego de Squilachi en el minuto 6 anulando el tanto legal, a todas luces, conseguido por el francés dándole continuidad al “buen” trabajo realizado en la noche del sábado por su compañero en el Bocho.
No se podía dar crédito al marcador, pero así era. La devastadora superioridad blanca se plasmó en 21 llegadas al área con 15, digo bien, 15 ocasiones de gol. Al final todo quedó , injustamente, en tablas gracias a un jugadón de ese joven argentino ,que tiene pinta de llegar hasta donde le permitan sus ilusiones, llamado Perotti sorteando a cuantos le salían al paso para dar un pase letal al todo poderoso Frederic Oumar Kanuté que no perdonó y al cabezazo magistral, de manual, de una belleza plástica insuperable ,made in O fabuloso, a pase de Adriano . Ambos salieron en la segunda mitad al igual que lo hiciera Capel.
Un punto que viendo la superioridad escalofriante entre quinto y tercero sabe a poco pero que con la victoria de ayer noche del At. Madrid sobre el Villareal se transforma en oro. Sin hacer de menos el hecho, anecdótico por la diferencia de juego, que al descanso perdíamos dos cero y por ende los tres puntos.
Verán, eso del “buen juego” y el “resultadismo” es el debate más estúpido que escuchado nunca. Y , lamentablemente, veo que se está cayendo en un preocupante error. Esto ocurre porque vivimos en un ambiente viciado, intoxicado, manipulado a manos de las envidias y los odios. Mucho tiempo soportando la gran mentira del mal juego, utilizada a la mínima para socavar nuestra paciencia. No existe tal debate , no hay pela por ganar o jugar bien, ninguno. Lo importante , por encima de todo, es ganar, y ganar como sea. Si no, que le hubieran preguntado a los aficionados del Málaga en el descanso después del baño recibido si nos cambiaban el juego por el resultado. Nadie, no creo que eso se pueda negar. Creo que eso no escapa a nadie y que es de Perogrullo.
Ahora bien, lo dicho no está reñido en absoluto con el buen juego. Lo normal, lo normal , repito, lo normal, es que el que mejor juega acaba ganando, el buen fútbol lleva , normalmente, a los resultados. Y no den ahora ejemplos que digan lo contrario porque en la vida puede pasar de todo, nada es infalible, nada, pero existe una cosa que es lo habitual, lo lógico, lo normal, y lo normal es que sea así como comento. El buen fútbol suele ir de la mano de los resultados. En la prensa local , esa que soportamos estoicamente , se utiliza el supuesto “mal juego” para bombardear al Sevilla de los 51 puntos. Cierto es que estamos asqueados, que no soportamos a estos individuos y que estamos deseando darle un guantazo de razones y hechos que les tapen la boca de una vez por todas. Pero ,quizás por esas ganas, se corre el peligro de caer en un error de bulto, y me explico;
Quizás ,llevados por esas ansias, podemos llegar a menospreciar el buen juego , podemos caer en la tentación de utilizarlo como objeto arrojadizo en defensa del resultadismo, no tanto por ello en si mismo sino más bien, creo yo, por el hecho de ir en contra de la mentira que escupen algunos medios. Comento esto porque , es mi impresión personal, he notado un tanto en esta línea a Jesús Alvarado al leer su blog esta mañana, ya digo es mi impresión. Y como cuando estoy de acuerdo con él lo expreso, no sería justo que no lo hiciera cuando sucede lo contrario. Pero no es un hecho que notase solo en él , ayer mismo ,cuando baje a tomar algo con mis dos amores tras el partido, lo noté en algunos que en el bar se encontraban , el leer a Jesús esta mañana me ha llevado a esta divagación.
Yo, personalmente, creo que es un error de bulto, creo que se desprecia un tanto el buen juego por pisar los pies del mentiroso y manipulador. Decir que el partido de ayer el Sevilla no lo pierde de casualidad es querer darle una rosca de tuerca a la cosa aprovechándonos de la contingencia del mundo. Es decir ,ayer, y siempre, puede pasar cualquier cosa, nada te exime o libra de nada, nada. Pero cualquiera que visionara el partido ayer vio con suma nitidez que el Málaga era un muñeco en manos del Sevilla y que más tarde o más temprano, caería el primero que abriría la lata. Evidentemente pudo no llegar nunca ese primer gol, lo reitero, todo es posible, y nada es imposible, pero lo NORMAL es que ese dominio insultante, esa superioridad tan grande, desembocara en lo que pasó y jugar con lo que no pasó o pudiera haber pasado simplemente no es de recibo. La normalidad diría que el Sevilla no ganó de puro milagro, no creo que nadie dude de que si dura tres minutos más metemos el tercero, o puede que no, TODO ES POSIBLE. Es , lo reitero , mi impresión personal, no podemos caer por muy tentador que sea en un radicalismo por luchar contra otro. Rara vez , jugando como se hizo ayer, no se gana. Ayer fue una de esas raras veces. Yo quiero ganar siempre, y , además, sea como sea, pero ganar. Y si no se puede ganar, que ayer se pudo, empatar. El empate que se consiguió ayer fue resultado de nuestro aplastante juego, no de la casualidad, casualid fue que el Málaga llevara dos goles de ventaja en el el primer tiempo, y en el fútbol también juega la casualidad, la fortuna o el oportunismo, por eso es tan bello. Aplastante juego que , además, trae otro factor nada desdeñable y es que , aunque con el dolor de no sacar los tres puntos, que debieron ser nuestros, los sevillistas nos vamos de Málaga con el dulce sabor de saber la grandeza de este equipo, de la superioridad manifiesta ya lo quieran mirar desde donde lo quieran mirar, y el del Málaga con la dura y rotunda realidad de ser un muñeco en manos de un gigante. Me da igual lo que quieran decir los individuos negros y oscuros de la sucia mentira, yo sé como juega mi equipo y de lo que es capaz cuando se pone a disfrutar de este bello deporte, que digan lo que quieran , cuando el fútbol de Manolo Jiménez , el fútbol que hace este Sevilla, nos lleve a la Champion, nos lleve por sexta vez consecutiva a Europa por la puerta grande, todos esconderán su putrefacto rabo entre sus patas, nadie pedirá perdón, eso no lo duden, pero, una vez más, triunfará nuestra grandeza y ellos tendrán que lloran de nuevo ante ella, no de alegría precisamente.
Ahora Valladolid...
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lunes, 16 de marzo de 2009
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