GRACIAS JAVI

Solo se me ocurre decirte gracias. Gracias por todo.

No sé realmente como debes estar pasándolo, evidentemente mal. Ni siquiera puedo hacerme una idea. Aunque en cierta manera es el final de un largo calvario.
Cierto es que no se trata del final deseado, pero es una final y, a parte de la desolación, la incertidumbre e incluso el desamparo, seguro que has encontrando entre todos ellos algo de paz.

Te digo esto porque en una ocasión no muy cercana en el tiempo, pero tampoco muy alejada, coincidí contigo en un lugar público donde los amigos se reúnen para tomar unas cervezas y echar unas risas, vamos, en un bar. Y allí, donde los ojos de cualquiera podían observarte, los tuyos eran incapaces de contener tus sentimientos. Y ,aunque serán muchos los sentimientos que expresen durante estos largos y extraños días tus ojos, ahora ya tienes la certeza de tu lado. No la que tú y todos hubiéramos querido, pero, como toda certeza, trae de la mano la tranquilidad, el sosiego, la calma , que más tarde o más temprano te abrazará mostrándote que hay más de un horizonte y la desconocida hermosura que puedes descubrir desentrañándolos. No dejes que ningún putrefacto ser de alma chamuscada rompa esa paz Javi, no los oigas.

Cuántas imágenes pasarán a hora por tu mente Javi, cuántas mentes matarían por guardar entre sus recuerdos esas imágenes. Me gustaría saber cuales son , pero no sé por qué, algo me dice que las primeras no serán las que todos imaginamos y que guardas en tu memoria oro de un vestuario , de una plantilla, que tu has dirigido desde la humildad y el trabajo y que ha crecido a la par que tu lo has hecho.

Tu eres el Sevilla, y lo serás siempre. Si de algo te vale, tu nombre perdurará por los años de los años, y mi nieto, le hablara a su nieto de un tipo llamado Javi Navarro.
Eso, aunque alguien como yo tenga la perpetuación del ser humano en el tiempo como un desesperado intento de escapar de la inevitable contingencia, es irrefutablemente muy grande, más cuando se hace sin pretensiones y desde la humildad. Y es con esa misma humildad, con tu mesura, con tu saber estar en cualquier situación , bajo cualquier presión, es con eso con lo que quiero quedarme.
Por ello no voy a hablarte de todo lo que ya te han hablado los demás, de lo que has conseguido, de las copas que has levantado, yo quiero quedarme con la persona que estaba debajo de esas maravillosas copas, porque ahora es tu momento, y solo tuyo, y es a ti a quien el sábado intentaremos darle una ínfima parte de lo que te mereces.

Gracias Javi, solo puedo darte las gracias, creo que es lo que mejor expresa todo lo que nos has dado.

He coincidido en bastantes ocasiones contigo Javi, pero no soy persona de acercarme a nadie ni decirle nada, porque creo que la intimidad de cada persona es sagrada y que el hecho de ser famoso o conocido, en tu caso, futbolista de mi equipo, no me da derecho a invadirla, ni aunque tuviera derecho lo haría. Intento verte como una persona más que toma una cerveza en un bar, que en el fondo, es lo que eres y a lo que, evidentemente, tienes derecho. Pero , por mi parte, me encantaría que la siguiente vez que coincidamos en algún lugar no quede ni rastro de esas lágrimas que antes te hablaba, y que una enorme sonrisa este aparcada en tu rostro reflejo de la alegría que estés compartiendo con los que te quieren. Tú no lo sabrás, ni serás consciente, no te darás cuenta , pero yo si te veré reír, y desde ese sitio privilegiado, le diré a mi enano al oído;

“Ese que ves allí , es Javi Navarro, nuestro gran Capitán”

Gracias por todo Capitán.