Hambre de fútbol. Hambre de fútbol en directo, en el campo, en mi asiento, con los míos. Hambre de fútbol con mi Sevilla.
Será el de mañana el primer partido en el santuario rojo y blanco tras el lamentable parón liguero. Estamos ávidos de fútbol, ávidos de ver a nuestro equipo, deseosos, por supuesto, de verlo ganar, de animar, de alentar, y chillar uno, dos, tres, todos lo que sea posible que vallan cayendo.
Tendremos delante al Español , por todos conocido no siendo necesario que me pierda en análisis relativos a su juego o entidad. Más siendo mi pensar el siguiente; Si el Sevilla juega como sabe y como está jugando, me da exactamente igual quién se ponga por delante.
El partido será a las 22:00 horas de mañana, por la sexta otra vez. Creo que es una excelente ocasión, dado los acontecimientos que se han sucedido en Barcelona y Madrid a razón de la pasada jornada Champions, para “asustar “ a España. Es decir; para desplegar nuestro maravilloso juego una vez más y mandar un mensaje de rotundidad, de seriedad, de fuerza. Ojalá y así sea. Pero todo ello no debe hacernos creer que somos invencibles, que somos infranqueables. No debe hacernos olvidar la lección aprendida en Coruña; “Te puede ganar cualquiera”.
Estarán disponibles de nuevo Renato , Konko y Negredo .
En el lado negativo Adriano.
A pesar de que todo parecía indicar que el golpe sufrido en el Mercedes Arena solo lo dejaría unos días fuera de juego, tiene para un mes.
Malísima noticia esta para , quizás, el jugador más en forma del plantel, que es mucho decir, que no tiene suerte con las lesiones. Esperemos que se acorte en la medida de lo posible y que no acuse el esta parada en su ritmo competitivo.
Saben que no puedo, ni quiero, dejar de hablar de ese “apartado” casi metafísico de la vida donde residen las sensaciones. Me gusta analizar las sensaciones, darle su sito, aun sin poder , o no querer, explicarlo, aun sabiendo que si algún lazo las une con la lógica, con lo racional, e incluso con lo real, es el de la poiesis.Son buenas las sensaciones que escondo sobre el partido de mañana. Y digo bien escondo porque quiero tener mesura y no creer precisamente lo que anteriormente decía, que somos invencibles, inquebrantables.
Y dentro de esas sensaciones tengo una muy fuerte, una intuición si quieren; Negredo mojará mañana, y creo que en más de una ocasión.
En fin, dicho esto reitero mis enormes ganas de acudir mañana a nuestra casa, y sé que es algo compartido por los que allí nos reunimos cada domingo.
Me gustaría ver el campo de bote en bote, colorido a más no poder, sentir cuarenta mil gargantas como una. Me gustaría que animáramos como si el que allí estuviera en frente fuera el Milán o el Chealse, por decir algunos vamos, sin acritud.
Que disfrutemos muchísimo del reencuentro, que disfrutemos una barbaridad del partido de mañana...
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