LLEVÉMOSLO ENTRE NUESTRAS MANOS

Todas y cada una de las manos, de los pulmones, de los corazones que se den cita este sábado a eso de las 22.00 en el santuario del fútbol de Nervión, es importante. Todas y cada una de ellas tiene, debe, aportar su pequeño gran grano de arena. Sabemos que es el Málaga

Sabemos que es el colista de la Liga. Pero lo que realmente debemos saber es la importancia de este partido, hemos llegado hasta aquí y de todos depende no desaprovecharlo...


Todo el trabajo realizado hasta el momento tiene el sábado una cita con los sueños. Ya sabemos que los sueños se hacen realidad, a nosotros nos lo van a contar, y, aunque en nada guste de hablar más allá del encuentro que nos compete, este sueño que mañana debe comenzar tendrá su continuidad la siguiente jornada contra el Valladolid en casa y tendrá su punto de inflexión hacia la gloria dentro de dos semanas en Gijón.

Este sueño nada tiene que ver con el Málaga más allá de la circunstancia, tiene su ser en el enfrentamiento entre los dos equipos que nos anteceden en la tabla; 28 y 27 puntos son los que alumbran a primero y segundo. 25 al tercero, a nosotros. Esta noche tenemos la ,tan corta como hermosa, posibilidad de acostarnos todos con la sonrisa de los lideres, de los primeros . Corta porque el domingo , pase lo que pase, ya no ocuparemos esa posición.

¿Carece de importancia por ello?

En absoluto, porque para poder acostarse mañana líderes hay que estar tan cerca de ellos que hasta sientan el aliento en sus acaudalados cogotes. Y, auque nuestra posición sea circunstancial, momentánea, al finalizar la jornada del domingo, acontezca lo que acontezca en ese partido entre los colosos, estaremos aun más cerca sino por delante de, al menos, uno de ellos.

Pero claro, la premisa fundamental para que todo esto tan hermoso , que muchos matarían por vivir, suceda, pasa inevitablemente, por ganar mañana al invitado circunstancial a esta “guerra”.

¿No es importante el partido de mañana?

Otra cosa sería hablar sobre qué resultado querríamos que se diera el domingo pero, aunque evidentemente tengo mis cavalas sobre ello, quiero considerarlo irrelevante frente al partido de mañana. Primero porque aun es pronto para pensar en otra cosa que no sea acercarse todo lo posible, y segundo porque, como ya he dicho, manteniendo la premisa fundamental de la victoria, pase lo que pase, el sueño habrá comenzado.

Por todo ello, por todo lo explicado, me gustaría que mañana viviéramos un día de esos grandes en la bombonera, un espectáculo de los que solo nosotros somos capaces, lo considero vital, y no me estoy refiriendo al equipo...