O si, yo ,desde luego no. Es cierto que la semana no pintaba , como decirlo, “normal”, y ha finalizado de forma “a-normal” como le dijese Igor o “Aigor” al doctor “Fronkostin”. Cuando las voces de las hienas cantan de forma melódica algo pasa en Inglaterra. La propaganda del “Todo está hecho” , “Salvo hecatombe histórica ya está conseguido”, cuanto menos me escatima, más cuando ,tras el partido, no encuentro ninguna crónica sanguinaria, no habré buscado muy bien. No entiendan que deseo ese tipo de crónicas, no, lo que digo es que me sorprende tanta mano izquierda y que no me gusta nada. Todo ello sumado a la Semana Santa vivida en nuestra ciudad que , quizás, ha hecho de este un partido invisible.
Lo único cierto es que caímos ante un Getafe que solo tiró una vez a puerta y porque se la regaló Squilachi. Quizás el mejor del encuentro, pero su borrón, fue el de todo el equipo. Fallamos todo lo que se puede fallar, día gris de Kanuté, día gris de L. Fabiano, y así podría llevarme hasta completar los once, porque hasta Palop, siempre según mi entender, tardó en salir. Es cierto que, ante un equipo que parapeta a los once bajo los tres palos, es muy difícil jugar, arto complicado. Tanto como lo es que ,cada vez que viene un equipo en ese triste plan, se llevan uno, o los tres puntos. Es indiscutible el mérito, de mayor o menor hermosura, de estos equipos, pero también existe el demérito.
Nuestro demérito, evidentemente, que no somos capaces encontrar la forma de superarlos. Y, siendo complicado, que lo es, no se trata de un método perfecto e infranqueable. Yo veo a estos mismos equipos hacer lo mismo en el Bernabeu o en Camp Now y casi siempre pierden o salen goleados. Pero a nosotros se nos atascan, a veces hasta ahogarnos. Es nítido que algo no sabemos hacer, que algo se nos escapa, que sobre algo hay que incidir y seguir trabajando.
Porque el Getafe se juega la vida, si, pero nosotros nos jugamos la champión, nos jugábamos el estar a 11 puntos del cuarto, no a ocho, como estamos ahora. La diferencia es sustancialmente notoria. Y duele, partidos como el de ayer duelen.
Evidentemente todo sigue estando en nuestras manos, ocho puntos son muchos puntos para jugar con ellos. Llegamos a los pirineos (Valencia, Barcelona, Madrid, Villareal) con esa buena diferencia. El próximo partido, este miércoles, ante el Valencia, no se nos puede escapar dejarlo , ahora si, a 11puntos. Lo contrario sería dejarlo igual o a 5.
Lo que logremos, lo que consigamos, lo que seamos, depende solo, y exclusivamente, de nosotros. Tenemos una oportunidad histórica de hacer de nuestro 3 puesto una isla infranqueable. Solo dependemos de nosotros, y, a veces , eso es lo que más miedo me da. Pero confío en este plantel, en nuestro entrenador, porque, viéndolo desde otro prisma, no siempre se puede ganar, aunque mirando al Barça y al Madrid parezca lo contrario, alguna vez hay que perder, ahora nos quedan otros siete u ocho partidos sin perder. Ojala.
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lunes, 13 de abril de 2009
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